viernes, 17 de abril de 2015

paz

Cuando chiquita cada vez que me decían que podía pedir un deseo, siempre era el mismo: La Paz para mi país. Pensaba que si lo pedía con mucha fuerza se iba a cumplir, que todos me iban a agradecer que las muertas y las tristezas se fueran para siempre. Pero mientras iba creciendo me di cuenta que no se cumplía y que no todas las personas soñaban lo mismo que yo.

Podía ver en las calles peleas, podia escuchar amenazas en cada esquina, las palabras malas eran más comunes que las buenas, escuchaba mas insultos que halagos y me di cuenta que no todas las personas querían La Paz.